La corrosión es el enemigo número uno de las estructuras metálicas, pero la galvanización y el zincado ofrecen soluciones efectivas para prolongar su vida útil. Estos dos procesos mantienen la integridad de los componentes metálicos expuestos a las condiciones ambientales. ¿Te gustaría saber qué son estos métodos y cuál es la opción más adecuada para tus necesidades?
Somos Joviar, especialistas en fabricación en Zamak, y en esta publicación, te explicamos la diferencia entre galvanizado y zincado. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la galvanización?
La galvanización es un proceso industrial que consiste en recubrir el acero o el hierro con una capa de zinc para proteger estos metales de la corrosión y el deterioro causados por la exposición a la intemperie.
La capa de zinc actúa como una barrera física que evita que el oxígeno y la humedad entren en contacto directo con el metal base.
Existen varias técnicas para aplicar el recubrimiento de zinc, aunque la más común es el galvanizado por inmersión en caliente. En este método, el metal se sumerge en un baño de zinc fundido a temperaturas que rondan los 450 ºC. Durante este proceso, se forman capas de aleación de zinc-hierro en la superficie del metal, que producen una capa exterior de zinc puro.
Ventajas de la galvanización
Las principales ventajas del galvanizado son:
- Durabilidad: proporciona una protección duradera contra la corrosión, lo que extiende la vida útil de los productos metálicos durante varias décadas.
- Costo-efectividad: a largo plazo, el costo de la galvanización es inferior al de otros métodos de protección debido a su bajo mantenimiento.
- Protección completa: la capa de zinc recubre completamente los bordes afilados y las superficies irregulares del metal.
- Auto-reparación: si el recubrimiento de zinc se daña, el zinc de la zona circundante seguirá protegiendo el metal expuesto.
- Facilidad de inspección: la capa de zinc es visible a simple vista, lo que facilita la inspección visual del revestimiento.
Usos de la galvanización
El galvanizado se emplea para una amplia gama de aplicaciones, como estructuras arquitectónicas y pequeños componentes industriales.
Aquí, os detallamos algunos de sus usos más comunes:
- Construcción: estructuras de edificios, puentes y torres de transmisión.
- Automotriz: componentes de chasis, carrocerías y otras partes.
- Agrícola: equipos y estructuras de aislamiento.
- Mobiliario urbano: señales de tráfico, barandillas y bancos.
¿Qué es el zincado?
El zincado es otro proceso industrial para recubrir metales con zinc, con el objetivo de protegerlos contra la corrosión. A diferencia de la galvanización, que implica la inmersión en zinc fundido, el zincado se realiza mediante otras técnicas como la electrodeposición (zincado en frío) y el rociado térmico (zincado en caliente).
En el zincado en frío o electrodeposición, el metal a proteger se sumerge en una solución electrolítica que contiene sales de zinc. Luego, se aplica una corriente eléctrica que hace que los iones de zinc se depositen sobre la superficie del metal. Este método permite absoluto control sobre el espesor del recubrimiento y el acabado resultante es liso y brillante.
Por otro lado, el zincado en caliente mediante rociado térmico implica la proyección de zinc fundido sobre la superficie del metal, mediante un equipo especializado que calienta el zinc a altas temperaturas y lo atomiza en forma de pequeñas partículas. Estas se adhieren al metal y forman una capa protectora cuando se solidifican.
Ventajas del zincado
Las principales ventajas del zincado son:
- Versatilidad: permite un mayor control sobre el espesor del recubrimiento. Esto es útil para aplicaciones que requieren una capa uniforme.
- Acabado estético: produce un acabado más suave, adecuado para aplicaciones donde la apariencia es importante.
- Rapidez: el zincado en frío es un proceso más rápido que la galvanización por inmersión en caliente.
- Flexibilidad en tamaños: es adecuado para piezas pequeñas que pueden no ser prácticas para la inmersión en caliente.
Usos del zincado
El zincado se emplea en diversas industrias gracias a su versatilidad. La capacidad de aplicar una capa protectora delgada y uniforme hace que esta técnica sea perfecta para un gran número de aplicaciones.
- Electrodomésticos: componentes interiores que necesitan protección contra la corrosión y un buen acabado estético.
- Aviación: piezas pequeñas que demandan recubrimientos precisos.
- Hardware: tornillos, tuercas y otros fijadores.
- Electrónica: carcasas, piezas estructurales internas y componentes de conexión
Propiedades y usos del acero zincado
El acero zincado es un material conocido por tener una gran resistencia a la corrosión, gracias a la capa de zinc que actúa como barrera protectora. Esta protección es tan eficaz que, incluso si la capa de zinc se daña, el zinc circundante puede “sacrificarse” para proteger el acero subyacente.
Además, este tipo de acero es extremadamente duro, capaz de soportar condiciones ambientales extremas, como la exposición prolongada a la humedad y la sal. Mantiene su resistencia mecánica, lo que le permite soportar cargas pesadas y tensiones.
Otra ventaja de este material es su bajo mantenimiento, ya que la protección de zinc disminuye la necesidad de tratamientos adicionales y reparaciones frecuentes.
Los principales usos de este proceso son:
- Construcción: vigas, columnas y cubiertas.
- Automotriz: componentes del chasis, carrocerías y piezas expuestas.
- Agricultura: estructuras de almacenamientos como silos y cercas.
- Infraestructura: torres de transmisión, postes de alumbrado y vallas.
- Electrodomésticos: componentes internos que requieren protección contra la corrosión, a la vez que un acabado estético.
Principales diferencias entre galvanizado y zincado
Elegir entre uno de estos dos procesos industriales puede no ser fácil. Ambos métodos tienen como objetivo proteger el metal base de la corrosión. Mientras que el galvanizado proporciona una protección más robusta y de larga duración, el zincado ofrece una mayor precisión y acabado estético.
La elección de uno u otro depende de las necesidades específicas del proyecto, como la durabilidad requerida, el tipo de exposición ambiental y las consideraciones estéticas.
Para visualizar mejor la diferencia entre zincado y galvanizado, os compartimos la siguiente tabla comparativa:
Características |
Galvanizado por inmersión en caliente |
Zincado (en frío y en caliente) |
Método de aplicación |
Inmersión en un baño de zinc fundido |
Electrodeposición o rociado térmico |
Espesor del recubrimiento |
Grueso y robusto |
Delgado y uniforme |
Durabilidad |
Alta resistencia a la corrosión |
Buena resistencia, menor que el galvanizado |
Acabado superficial |
Rugoso y opaco |
Suave y brillante |
Tiempo de proceso |
Más largo |
Más rápido |
Costo a largo plazo |
Más económico debido a bajo mantenimiento |
Variable, puede requerir más mantenimiento |
¿Galvanizado o zincado? En Joviar hacemos ambos procesos
En Joviar, entendemos la importancia de proteger tus estructuras metálicas correctamente. Por ello, ofrecemos tanto galvanizado como baño electrolítico de zinc, para asegurarnos de que tengas una solución adecuada en cualquier proyecto.
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